Epidemiología y factores de riesgo
Hasta un mes después de un episodio de otitis casi el 50% de los niños puede presentar un derrame en el oído. La persistencia de líquido en el oído medio se asocia con disminución de la audición de tipo conductivo y esto puede ser la causa de retraso en la aparición del lenguaje y trastornos del aprendizaje.
El tabaco ambiental es un factor de riesgo importante en la enfermedad del oído medio.
La asistencia a guarderías ha sido asociada con mayor frecuencia de padecer otitis agudas y seguramente se deba a que los niños que concurren a estas guarderías presentan mayor incidencia de enfermedades respiratorias.
Hay estudios que demostraron que la alimentación a pecho por un periodo tan corto como tres meses disminuyó la incidencia de otitis media aguda en el primer año de vida.
La incidencia de otitis media aguda tiene un pico en otoño e invierno que se relaciona con la mayor incidencia de enfermedades respiratorias altas vírales en esta época.
Etiología
Los agentes causales más frecuentes son bacterias (Streptococos, Haemophilus influenzae, y Staphylococos). Alrededor del 20-30% de las otitis no tienen un germen causal bacteriano y son presumiblemente vírales.
Una de las causas principales de la resistencia bacteriana creciente a los antibióticos es el uso indiscriminado de los mismos en episodios de probable etiología viral.
Diagnóstico
El diagnóstico de otitis media requiere la presencia de inflamación y pus en el oído medio, una presentación aguda de síntomas y signos de infección ótica por ej:
Dolor de oídos: El dolor de oidos es un síntoma significativo predictor de OMA pero también puede ser un síntoma asociado a la dentición, cera en el canal auditivo y migraña. Además, un pequeño número de niños puede presentar otitis media sin dolor de oidos, pero en ese caso se puede encontrar rinitis purulenta, irritabilidad, sueño intranquilo y a veces fiebre.
Fiebre, irritabilidad, inapetencia o rechazo de alimento en lactantes, vómitos. Frecuentemente existe la asociación con tos y resfrío o el uso habitual de pileta de natación.
Se debe diferenciar a la OMA de:
Miringitis - inflamación de la membrana timpánica o tímpano. Esta comúnmente asociada a infecciones virales de la vía respiratoria alta y también puede presentarse en forma transitoria en un niño que ha llorado mucho.
Otitis media serosa - Presencia de liquido en el oído medio sin signos ni síntomas de inflamación aguda en la membrana timpánica.
Tratamiento de la OMA
Se realiza mediante antibióticos. Los objetivos del tratamiento antibiótico son:
Lograr la curación clínica.
Prevenir complicaciones.
Erradicar las bacterias del oído medio.
Una premisa importante es no prescribir antibióticos por un diagnóstico inadecuado de OMA.
La amoxicilina debe ser considerada la primera línea de terapia oral. En pacientes alérgicos a la penicilina se deberá considerar otro antibiótico. La duración habitual de un tratamiento para OMA es de 10 días. Normalmente los síntomas tienen que estar resueltos a las 72 horas de iniciado el tratamiento antibiótico. La eliminación del tabaco ambiental y la reducción en el uso del chupete han demostrado ser medidas que reducen la recurrencia y además, a medida que el niño crece, la frecuencia de recurrencia disminuye.