Pautas evolutivas del niño de 12 meses
El niño comienza a hacer algunas cosas solo: Camina algunos pasos tomado de la mano del adulto y junta las manos en la línea media (aplaude). Comienza a oponer el dedo índice con el pulgar (pinza fina). Emite sonidos, repite palabras, pronuncia entre dos a tres palabras simples (mamá, papá) señala con gestos lo que desea. Responde con la acción a órdenes verbales simples.
Puede jugar solo, y sus juegos tenderán a introducir objetos pequeños dentro de recipientes grandes, también es frecuente verlo arrastrar objetos. Construye torres y manifiesta su agresividad, o sentimientos de desagrado más claramente con rabietas o enojos (antes solo podía hacerlo mediante el llanto).
Pautas evolutivas del niño de 18 meses
Esta es la etapa de su incorporación a la familia, comenzando el desarrollo de su identidad. Camina solo, patea una pelota, bebe líquidos en vaso o taza. Cumple órdenes sencillas (señala partes de su cuerpo), emite frases simples, repite tres palabras que conoce a pedido del adulto. Señala con el dedo lo que quiere acompañándolo de vocalizaciones.
Si le dan un lápiz o crayon, garabatea espontáneamente. Comienza a correr, a subir escaleras con ayuda, quiere saltar. Le encanta sacarse alguna ropa y ayudar en tareas simples de la casa.
Consejos hacia los padres para estimular y desarrollar un buen vínculo y comunicación con su hijo de 12 a 18 meses:
Cada familia debe prepararse para la explosión motriz que desplegará su hijo en ésta etapa (pues el poder caminar solo le da autonomía), estableciendo límites claros sobre lo que le permitirá o no.
Ahora los objetos están a su alcance y hay que asegurarse que no este expuesto a situaciones de peligro. No se trata de castigarlo o decirle todo el tiempo "atención", "ojo", "cuidado" ni tampoco de sacarle todos los obstáculos, ni dejarlo hacer lo que quiera, sino de mostrarle y enseñarle los peligros.
Debe aprender a resolver por él mismo esas situaciones. Los padres deben tratar de no vivir las caídas del niño con angustia o inquietud, pues se corre el riesgo de que sea un niño temeroso, que disminuya su interés por explorar.
Animarlo a trepar, subir y bajar escaleras, jugar a esconderse, a que lo corran y lo alcancen, para fomentar la agilidad, el desarrollo del equilibrio, la coordinación y su autoestima. Para estimularlo en el juego, darle cubos, recipientes que pueda apilar, llenar y vaciar, es importante el momento del baño, dejarlo jugar en el agua, chapotear, salpicar, sentir y oír el agua. El llenar, vaciar y más adelante transvasar son actividades preparatorias para el control de esfínteres.
Con respecto al lenguaje, los padres deben hablarle correctamente, no utilizar las palabras del bebé para comunicarse con él, deben reforzar sus primeras palabras (sonidos con significado específico) repitiéndolas en relación con lo que nombran, ya que suelen usar la misma palabra para distintas cosas.
Por último conviene establecer claramente sus horarios de siesta y sueño nocturno, la falta de existencia de una rutina dificulta el clima familiar y la conciliación del sueño en el niño.